Las ninfas son personificaciones de las actividades creativas y alentadoras de la naturaleza, la mayoría de las veces identificadas con el flujo dador de vida de los manantiales: como señala Walter Burkert, «la idea de que los ríos son dioses y las fuentes ninfas divinas está profundamente arraigada no solo en la poesía sino en las creencias y rituales; la adoración de estas deidades está limitada solo por el hecho de que se identifican inseparablemente con una localidad concreta.»[9]
La palabra griega νύμφη significa ‘novia’ y ‘velado’ entre otras cosas; es decir, una joven en edad casadera. Otros hacen referencia a esta palabra (y también a la latina nubere y a la alemana Knospe) como una raíz que expresa la idea de ‘crecer’ (según Hesiquio de Alejandría, uno de los significados de νύμφη es ‘capullo de rosa’).
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